La rosa, qué bonita está,
como la
cuna de mi niño.
¡Ay, niño mío, niño!
no llores más,
que los luceros del cielo en
vela están,
para cuidarte, príncipe mío,
que mañana por la mañana
cuando
salga el sol
con sus rayos muy suavemente
te calentaran.
Amor, mis palabras cariñosas
serán consuelo para ti.
Entre sábanas de seda dormirá hoy,
mi niño chico y bonito.
Cuatro ángeles del cielo
junto a tu cuna
para que
nada malo te pueda pasar.
Cuando abras tus ojos,
otra vez
verás un arcoiris,
de vivos y bellos colores.
Y los pajaritos volando libres,
harán un nido de flores, sólo para ti.
Hijo, el rocío de la mañana,
sus gotas de agua
dejará caer
muy suavemente sobre tu carita.
¡Ay!esta nana del viento,
viene y va como espuma del
mar.
Sin ti, mis ojos de lágrimas se
llenan
y mi corazón de pena, cariño.
Tú, eres el mejor regalo que me ha dado la vida.
ELENA PASTOR
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